martes, diciembre 14, 2010

De nudismo y Moral (Parte 4 y final)

Al principio definimos moralidad como “la clasificación de lo bueno (moral) y lo malo (inmoral) que hace una sociedad para normar su comportamiento”.

Lo que hace a algo moral o inmoral lo define la propia sociedad en base a la experiencia previa, costumbre y sentido común.

Yo soy más simple para clasificar lo bueno y lo malo: “Si le hace daño a alguien es malo”, por ejemplo:

Robar es malo, porque le hace daño a la persona a quien robas.

Matar es muy malo porque le hace el mayor de los daños al que se mata y además le causa daño a quienes querían a esa persona.

Dañar a un animal es malo, porque aunque no sea persona es alguien capaz de sentir el daño.

Desnudándome… ¿a quién daño?

La moral por cientos de años nos ha dicho que mostrar o ver cuerpos desnudos es malo asociándolo al morbo y la sexualidad; y gran parte de la sociedad lo acepta por costumbre, pero un poco de análisis nos demuestra que lo que realmente podría catalogarse de inmoral son algunas de las razones que llevaron a que nos cubriéramos en primer lugar, como las que expuse acá. (Claro que existen otras buenas razones, como por ejemplo, protegerse del frio)

Una razón por la cual la sociedad machista les impuso a las mujeres la ropa, es para evitar que sean deseadas, ya sea por el hombre que se consideraba su dueño, o por hombres (reprimidos) que sentían culpa de desearlas.

Las mujeres aceptan esta prohibición conscientemente por inercia pero, instintiva e inconscientemente y de la misma forma en que el hombre tiende a mirarlas, ellas tienden a exhibir las partes claves. Y es así como, gracias a la moda, lucen calzas, jeans apretados, escotes ajustados y pequeños trajes de baño.

De la misma forma en que se maquillan la cara pensando conscientemente “en verse más lindas”, pero inconsciente e instintivamente “en parecer más sanas”.

Pero una cosa son los impulsos inconscientes que nos rigen y otra cosa totalmente distinta es lo que pasa en nuestro consiente.

Han pasado algunos miles de años en que nuestra especia se ha civilizado y ha dejado de guiarse por ciertos instintos para reemplazarlos por la razón. Ya no matamos a nuestros enemigos, ni tomamos cualquier cosa que creemos necesitar; pero quizás el logro más importante que los seres humanos desarrollamos son los sentimientos.

Es interesante cómo funcionan los sentimientos en el plano reproductivo y de elección de pareja, porque no sólo se trata de que uno “escoja” pareja, sí no que además necesitamos que la pareja nos escoja a nosotros, y en este contexto, todo lo anterior de tamaño de glúteos y mejillas sonrojadas pierde importancia, sólo es un complemento en la parte de la seducción, la cual en general, es muy anterior a la parte reproductiva propiamente tal.

Con el sentimiento del amor, ya no es necesario cubrir a la mujer, porque ésta ya no es una posesión sin decisión que pueda ser arrebatada, ahora es la pareja que te escogió, tal como tú la escogiste y que por decisión propia está contigo, no importa qué otros la deseen. Es más, si ella se arrepiente de haberte escogido, por doloroso que sea, la relación se hace inviable; pero no la perderás porque otros hombres la deseen, si no que por que tú no cumpliste con sus expectativas.

La desnudez por sí sola no es erotizante, pero la sociedad y siglos de propaganda hacen que las personas crean que lo es. Amigos con los que he compartido mi experiencia con el nudismo y que he invitado a vivirla, me han confesado el temor de que estando en la playa tengan una erección porque les daría vergüenza (uno me lo dijo abiertamente y otro me preguntó “¿y no se te paró con tanta mujer desnuda?”).

Creo firmemente, y esto es una opinión personal, que un hombre normal no tendría por qué excitarse en una playa nudista, cuando mucho, podría ver con morbo a las mujeres por algunos minutos, pero rápidamente este morbo desaparecerá por falta de estímulos reales para excitarlo; una vez desaparecido el morbo, desaparecerá el prejuicio que alimenta la creencia de que desnudarse es inmoral y sinónimo de sexo.

En todo caso hay parafílias para todos los gustos y debe existir un porcentaje que alimente sus perversiones sin necesidad de otros estímulos (pobres…)

Pero el erotismo se trata de estímulos, de interacción, no de desnudez pura: Puede haber desnudez sin erotismo como puede haber erotismo sin desnudez (un beso puede ser muy erótico) porque son dos cosas diferentes.

Esto lo saben quienes trabajan en clubes nocturnos, por ejemplo; Si bastara la desnudez para erotizar, las bailarinas no necesitarían bailar, sólo subirse al escenario totalmente desnudas con buena iluminación. Pero no es así, la luz es tenue, hay una atmosfera preparada, suben con ropa “sexy” y se la quitan gradualmente. El momento de la desnudez es sólo el final de todo un conjunto de acciones preparadas para tratar de excitar al hombre.

Una vez que entiendes que desnudez no es sinónimo de erotismo y que por ende no es inmoral, puedes abrir tu mente para entender los beneficios del nudismo, entre los que puedo destacar que ayuda a mantener una mejor autoestima y aporta una forma más sana de entender y vivir la sexualidad. Esperaba utilizar esta misma entrada para ahondar en los beneficios de nudismo, pero ya me he alargado demasiado y creo que es un tema que se merece una entrada propia; Además el objetivo de esta entrada, (De Nudismo y moralidad) era exponer sobre la moralidad o inmoralidad del nudismo y creo que el objetivo ya está cumplido, según yo y mis argumentos, desnudarse y vivir el nudismo no debería ser considerado como inmoral, porque no es algo malo, ya que la asociación entre desnudez y sexualidad en la que se basan para catalogarlo como inmoral no corresponde.

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