miércoles, febrero 18, 2015

La nueva pilleria de los laboratorios y los médicos

Desde el 14 de Febrero del año pasado (2014) los médicos deben poner en la receta el nombre genérico del medicamento.

El beneficio para el paciente (y nótese que digo paciente y no cliente) es evitar ser perjudicado por un perverso sistema de incentivos que denunció un programa de televisión, según el cual los laboratorios “premiaban” a los doctores que recetaban más medicamentos de ese laboratorio, con viajes a seminarios u otros incentivos. (seminarios que mas bien parecian capacitaciones de concejales, por ser en destinos turísticos).


Obviamente, estos incentivos estaban dirigidos a medicamentos “de marca” y específicamente a los más caros, ya que a final de cuentas el dinero para pagar los  “incentivos” sale del mismo precio del remedio.

Lamentablemente “la pillería del chileno” se da en todo nivel, y ese instinto tercermundista de buscar el resquicio para burlar la norma, al parecer también se da en los departamentos de marketing de los laboratorios.


No tengo pruebas concretas para afirmar que los planes de incentivos se continúen dando, pero desde el punto de vista de un consumidor, puedo ver hechos concretos que me hacen suponer que, antes del año de la entrada en vigencia de la ley de fármacos, la norma se ha vulnerado en desmedro del paciente.


Este invierno tuve una bronquitis muy fuerte. Tuve que ir a la urgencia una clínica, donde luego de nebulizarme, me mandaron para la casa con una receta que entre otras cosas decía Paracetamol 1000 mg
En la farmacia me encontré con que el remedio de la receta se vendía con el nombre de “Supracalm” a $8.390 los 20 comprimidos, y aunque existía otra alternativa de marca, el precio era similar.
Pero el paracetamol es uno de los remedios más baratos.
El genérico de 16 comprimidos de 500mg en la misma farmacia cuesta $390.- es decir menos de $25 por pastilla; Mientras que cada pastilla del de marca cuesta $ 420.


Una dosis del génerico (2 pastillas) cuesta $49 aprox.  mientras que la misma dosis del de la receta (1 pastilla) cuesta $420; cerca de 9 veces más.


En su momento pensé que podría tratarse de un caso aislado, pero hace algunas semanas fue mi hija la que cayó a la urgencia de la misma clínica.


Esta vez la receta decía cefadroxilo 500mg/5ml


Al llegar a la farmacia y consultar el precio del genérico, me encontré con que costaba $1.890.- pero en presentación de 250mg/5ml (de 100 ml)
Al llegar a la caja, me indican que el remedio en 500mg/5ml de 100ml, se vende con el nombre comercial de “Cefamox” y su precio es de $21.590.-

Es decir, la dosis de 500mg con generico (10 ml) cuesta $189, mientras que la misma dosis, en la forma que dice la receta (5ml) cuesta $1.079.- esto es casi 6 veces más.

¿Es coincidencia que esto me haya pasado 2 veces en un año en la misma clínica?,
¿Es coincidencia que esto me haya comenzado a pasar justo el año en que entra en vigencia la ley de fármacos?


Una persona común y corriente confía ciegamente en su médico… literalmente uno pone su vida en manos de un desconocido, porque confía en que “el sabe mas que uno”, en que “para algo estudió tantos años” y porque uno sabe que “hizo algo de un juramento hipocrita


Por eso cuando una persona común y corriente llega a la farmacia con una receta, en general compra lo que le recetaron y no empieza a averiguar por el “principio activo”, ni si esto es lo mismo que eso otro…
A lo más, si el precio se escapa mucho del presupuesto, uno pregunta al farmaceutico si no tiene alguna “alternativa” (es irónico que hasta antes de entrar a la farmacia era un remedio y luego se transforma en un problema para el que hay que buscar una “alternativa”).


Ahí el farmacéutico puede asesorarte y guiarte… y probablemente te recomiende la alternativa de doblar la dosis del genérico de menos miligramos;  Y si no tienes seguro de medicamentos, terminó el problema...


Pero si tienes seguro, la receta debe ser enviada a la compañía, y el medicamento vendido tiene que ser exactamente el mismo que dice la receta.
Si elegimos una alternativa distinta a lo que dice la receta, aunque sea más barata, perdemos el el beneficio del descuento del seguro (descuento por el que normalmente se paga mensualmente)  
Por lo tanto, va a depender del porcentaje de descuento del seguro para ese medicamento en específico, si la alternativa conviene o no.


Es decir: O uno paga varias veces el valor real del medicamento y usa el seguro, o uno paga el 100% del valor real (a pesar de estar pagando mensualmente por un seguro de medicamento)

En mi caso, el seguro me cubre el 50% del valor del medicamento de la receta…
osea, con el paracetamol podía respetar la receta y “gracias al seguro” pagar “sólo” $4.195.-
O si no hacer una compra con “otra boleta” y “sin receta”; perdiendo el beneficio del seguro y pagando el precio completo por doble de cajas de paracetamol genérico por $780.-
(No hay donde perderse… y en el caso del antibiótico de mi hija, también convenía mucho más cambiar la receta y no usar el seguro)
Que lata tener que estar sacando cuentas y tener que ir con calculadora a la farmacia, para evitar que los negociados entre doctores y laboratorios terminen haciéndonos pagar de mas. Por suerte hoy la información hoy está más la mano…
(Y ojo, que este problema no es con las farmacias… gracias a que en las farmacias tienen los precios de manera pública, y a quimicos farmaceuticos que te pueden orientar, es que podemos darnos cuenta y no dejarnos estafar nuevamente por los laboratorios)

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