Hace tiempo que no escribía, entre el trabajo, los estudios y el podcast no he tenido mucho tiempo, pero ahora, cuando producto de la contingencia se confunde venganza con justicia, y se utiliza una tragedia para sacar dividendos políticos al hablar de reponer la pena de muerte; siento la necesidad de decir, aunque en este momento no sea algo popular por el dolor que provoca un hecho tan aberrante como el que todos sabemos; por qué estoy en contra de la pena de muerte y que reponerla no solucionaría nada.
Primero, no es posible reponer la pena de muerte. Quienes lo proponen lo saben y sólo están ganando cámaras en busca de simpatía que se transforme en algunos votitos a fin de año. Chile ha firmado tratados internacionales con otros países que simplemente no lo permiten.
Segundo, soy un convencido de que no importan las penas, tanto los delincuentes como los enfermos, como este tipo de Valparaíso (sin querer agraviar a los locos de Chile), creen que no los van a pillar, y muchas veces ni siquiera saben que penas arriesgan, porque no les importa, no es que un violador antes de ir a violar sopese todos los pro y los contras y que si la pena que arriesgue es muy alta o la muerte, decida quedarse en su casa masturbándose para no correr ese riesgo. No, esos tipos están enfermos y si no son capaces de considerar ni el dolor que van a causar, ni lo aberrante de su conducta, ni de pensar en sus madres, esposas, hermanas o hijas y como se sentirían si lo que van a hacer se los hicieran a ellas o incluso a él mismo, menos van a ser disuadidos por si hay o no hay pena de muerte.
En cierto modo hoy es sabido que si manejas ebrio o irresponsablemente puedes tener un accidente y morir, es como una especie de “pena de muerte” por tomar y conducir. Independientemente de que quien te mata no es el estado si no que tú mismo: si haces eso puedes morir. Pero a pesar de eso la gente sigue tomando y manejando, el saber que te puedes morir no funciona como disuasivo porque piensan “a mí no me va a pasar”, “Yo curado manejo mejor”… igual que los delincuentes piensan “a mí no me van a pillar”.
La única forma que en que cambiaria de opinión sería si me demuestren que la pena de muerte realmente es un disuasivo. Es fácil comprobarlo, basta con tomar las estadísticas de violaciones hasta el momento de la derogación de la pena muerte, obtener la curva de crecimiento y con eso hacer una proyección hasta la fecha; y luego hay que comparar esa proyección con los casos reales, ese sería un dato interesante para debatir en serio si la pena de muestre sirve o no como disuasivo.
El país emblemático en cuanto a pena de muerte se trata es Estados Unidos, sin embargo el nivel de violencia de ese país es mucho más alto que aquí. Allá es mucho más común ver casos como el de Francisca Silva y no solo eso, también hay sicópatas y asesinos en serie. Mirando lo que pasa allá ¿es un disuasivo la pena de muerte?
Tengo fe y esperanza en que el tipo de Valparaíso sea violado por muchos presos en la cárcel, y, como muchos de ustedes, espero que tarde o temprano lo terminen matando. Pero ese sentimiento no se puede convertir en política de estado, porque cuando eso pasa puede aplicar para cualquiera. Recuerdo que hace un año en Canadá, salió en libertad un tipo acusado de violar a una niña de 12 años luego que gracias a una prueba de ADN se comprobara su inocencia. El siempre dijo que era inocente pero no podía probarlo… era un joven de 14 años cuando fue encerrado pero en 1959 no existía la tecnología para probarlo. Sí escribí bien, 1959, el tipo estuvo 47 años preso, desde los 14 a los 62 cuando pudo comprobar su inocencia. Le cagaron la vida, pero por lo menos no se la quitaron.
He visto documentales de Estados Unidos donde con técnicas forenses modernas han probado la inocencia de algunos ejecutados.
Si eso ha pasado en países desarrollados ¿Qué queda para Chile?, porque no vas a comparar los recursos de CSI con los de Brigada de homicidios de la PDI y el Instituto Médico Legal.
También he sabido en Chile de niñas que hacen falsas denuncias de violación por venganza, o de mujeres acusando a sus ex-maridos sólo para que no puedan tener régimen de visita con sus hijos.
Entonces, si no es disuasivo y si existe el riesgo, por mínimo que sea, de ejecutar a personas inocentes: yo estoy por la vida y espero que después de estas palabras, independiente de desear, al igual que yo, que tipos como ese mueran lenta y dolorosamente, también estén porque esa muerte no sea política de estado.
2 comentarios:
Vaya reflexión!...ojalá que lo dejen en la carcel éso sí, y que no lo "suelten" como a muchos otros delincuentes... que pague todas sus deudas en ésta vida.
es dificil mirar para otro lado en algo que moleste tanto, debo admitir que mi primera reaccion frente al tema fue, en cuanto me gustaria ver a esa "persona" morir publicamente,(mis palabras no fueron esas exactamente)pero despues de escuchar tu reflexion (podcast) me dejo pensando, un poco mas de lo normal, y de verdad tienes razon, la pena de muerte no soluciona nada, he cambiado mi pensamiento desde ese entonces...
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